¿POR QUÉ UNA CASA TERMINA EN REMATE HIPOTECARIO? DESCUBRE LAS CAUSAS QUE NADIE TE CUENTA...
- inversagaxal
- 28 abr
- 2 Min. de lectura

Un remate hipotecario ocurre cuando una persona adquiere un crédito para comprar una vivienda, pero no cumple con los pagos establecidos.
En este escenario, el banco o institución financiera que otorgó el préstamo puede iniciar un proceso legal para recuperar su dinero. Al ser la propiedad la garantía del crédito, el banco tiene el derecho de reclamarla por vía judicial y ponerla en remate.
Pero ¿Cómo se llega a esta situación? Aquí te explicamos los motivos más frecuentes que pueden llevar a una vivienda al remate hipotecario:

1. Falta de pago: remate hipotecario por falta de pago.
Este es el detonante más común. Cuando el deudor deja de pagar las mensualidades pactadas con el banco, generalmente a partir del tercer o cuarto mes de atraso, la institución puede iniciar acciones legales. Es importante recordar que los bancos ofrecen algunas alternativas antes de llegar a este punto, pero si los pagos siguen sin realizarse, el proceso de remate comienza.

2. Incumplimiento de convenio: remate hipotecario por romper convenio.
Antes de llegar al remate, muchos bancos ofrecen la opción de renegociar la deuda. Esto se hace a través de un convenio, donde se ajustan las condiciones del crédito para que el deudor pueda ponerse al corriente, ya sea mediante nuevas mensualidades o plazos más largos.
Sin embargo, si este convenio se firma y luego no se cumple, la institución ya no otorga una segunda oportunidad. El incumplimiento de este acuerdo es una vía rápida hacia el remate, pues demuestra una falta total de intención o capacidad de pago.

3. Omisión de notificaciones: remate hipotecario por caso omiso de notificaciones.
Otro motivo común es cuando el deudor ignora completamente las notificaciones del banco o del juzgado. Muchas personas creen erróneamente que si no responden a los avisos, el proceso no avanzará. La realidad es que esta actitud solo acelera el remate.
De hecho, hay casos en los que pasan 15 o 20 años sin que el deudor responda, y finalmente la propiedad se subasta sin posibilidad de defensa.
Conclusión:
Un remate hipotecario es un proceso serio que puede evitarse si se actúa con responsabilidad y se buscan soluciones a tiempo. Lo ideal es siempre mantenerse al corriente con los pagos, pero si se presenta una dificultad económica, es fundamental acercarse al banco, explorar opciones de convenio y, sobre todo, no ignorar las notificaciones.
Estar bien informado puede hacer la diferencia entre conservar tu hogar o perderlo.
Y si estás interesado en invertir en propiedades en remate, recuerda que nosotros somos la mejor opción para salvaguardar tu patrimonio.
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